Si has llegado hasta aquí es porque aprecias el arte de la buena mesa, porque te seducen los olores, las texturas, los sabores... y también los retos. Si lees esto es porque sabes o intuyes que comer es más que alimentarse, mucho más. Te aseguramos una cosa: Salamanca está para comérsela. Y eso es algo que puedes descubrir por ti mismo aunque, si quieres, podemos orientarte y acompañarte en ese viaje.